Entender el desarrollo del currículo como proceso requiere aceptar
que lo importante no está tanto en la discusión de qué contenidos deben
seleccionarse para la enseñanza, como en la capacidad de esos contenidos para
estimular la interpretación y el juicio de los alumnos y de los profesores.
Esto no quiere decir que el currículum como proceso carezca de
contenido: “se trata de un currículo en el que nunca se da por supuesto el
contenido. En consecuencia, la evaluación no puede concebirse como algo
separado de los procesos de enseñanza-aprendizaje, ni del desarrollo del
currículo. No cabe ni la evaluación impuesta desde fuera, ni el dualismo del
profesor actuando separadamente como instructor y como evaluador, desempeñando
dos papeles en la “misma escuela” como si fueran dos personajes distintos. Sólo
hay un papel con múltiples funciones o tareas interrelacionadas. El docente es,
por el hecho de serlo, evaluador y como evaluador también es y ha de seguir
siendo educador. Se evalúa con la intención de perfeccionar los procesos
educativos y en esto todos son actores, todos son participantes activos y
responsables directos.
Los estudiantes y los alumnos también han de comprometerse en la evaluación de las experiencias curriculares emprendidas en calidad de actividad práctica, pues los significados e interpretaciones de todos los participantes han de tenerse en cuenta en la interacción humana. Este tipo de enfoque de la evaluación entra en contradicción con el concepto de enseñanza para el examen, e incluso puede chocar con normas oficiales para la calificación de los alumnos.
Los estudiantes y los alumnos también han de comprometerse en la evaluación de las experiencias curriculares emprendidas en calidad de actividad práctica, pues los significados e interpretaciones de todos los participantes han de tenerse en cuenta en la interacción humana. Este tipo de enfoque de la evaluación entra en contradicción con el concepto de enseñanza para el examen, e incluso puede chocar con normas oficiales para la calificación de los alumnos.
La evaluación se concibe y se convierte en un elemento esencial en
los procesos de enseñanza-aprendizaje, con la intención de elaborar juicios sobre
la “eficiencia” de dichos procesos para y en opinión de los que participan en
ellos. “No son juicios que puedan efectuar por completo quienes permanecen
fuera de la situación de enseñanza, porque requieren el tipo de conocimiento
personal al que sólo pueden acceder los participantes en la situación de
aprendizaje. Los puntos de vista de terceros son útiles para la reflexión,
pero, en último término, el interés práctico exige que los participantes sean
los jueces de sus propias acciones”.
El diseño y desarrollo curricular llevan consigo no solamente el conocimiento de un plan de estudios, sino también el conocimiento de una fundamentación basada en los fines que persigue, la metodología a emplear en su desarrollo, los recursos para el aprendizaje que se necesitan, las bases psicológicas donde será aplicado y el conocimiento de la cultura y el contexto donde se desarrollará.
Incluye:
- Las intenciones educativas que se traducen en saberes, destrezas y actitudes a desarrollar, objetivos y contenidos a enseñar.
- La planificación de acciones que nos hablan de cómo enseñar a través de metodologías, secuencias didácticas, elaboración y selección de materiales, actividades y criterios de evaluación.
- La evaluación de las intenciones y de los planes de acción que permite analizar, corregir y diseñar la propuesta curricular.
- La capacitación y actualización del personal técnico-docente para llevar adelante las intenciones, la planificación y la evaluación del currículo.
Para saber mas dar click aquí.
La evaluación es un proceso
que se da de forma dinámica, sistemática
y de manera permanente desde el inicio de su elaboración del plan curricular para
lograr validez y objetividad además de establecer eficiencia. Las finalidades de la
evaluación la comprometen con un conjunto de funciones en el proceso educativo.
Por medio de ella se puede mantener un seguimiento permanente reflejado en
el control de calidad del programa. Un currículo que funciona
satisfactoriamente durante cierto tiempo y bajo condiciones determinadas puede
convertirse gradualmente en obsoleto. Esta evaluación permitirá determinar la
conveniencia de conservarlo, modificarlo o sustituirlo. Por otro lado requiere
la participación de todos los actores sociales involucrados (profesores,
alumnos, la comunidad y la sociedad).
Dicha evaluación está compuesta por funciones las cuales se dan de manera interna y externa a través de una investigación y análisis de dicho proceso. Dentro de estas funciones se enlistan las siguientes:
◊ Función diagnóstica: El diagnóstico implica conocer sus saberes, representaciones e intereses. Así mismo se diagnostica el contexto, y las condiciones en que se desarrollará el proceso, este implica la conclusión del tipo de problema (la comprensión de la situación real) y sus causales.
◊ Función investigativa: esta función consiste en la identificación de la evaluación, y con ella la educación, como un objeto de conocimiento científico, en el cual el docente toma papel de investigador.
Dicha evaluación está compuesta por funciones las cuales se dan de manera interna y externa a través de una investigación y análisis de dicho proceso. Dentro de estas funciones se enlistan las siguientes:
◊ Función diagnóstica: El diagnóstico implica conocer sus saberes, representaciones e intereses. Así mismo se diagnostica el contexto, y las condiciones en que se desarrollará el proceso, este implica la conclusión del tipo de problema (la comprensión de la situación real) y sus causales.
◊ Función investigativa: esta función consiste en la identificación de la evaluación, y con ella la educación, como un objeto de conocimiento científico, en el cual el docente toma papel de investigador.
◊ Función de comprobación: comprueba el estado en que se halla el
proceso educativo: el aprendizaje del alumno, el grado de cumplimiento de las
finalidades propuestas, la efectividad de metodologías, el papel desempeñado
por las condiciones y recursos, etc. Esta función se logra a través de los
instrumentos que permiten obtener información. Esta se encuentra inmersa en el
proceso, es la que mejor se identifica con el carácter formativo y cualitativo.
◊ Función comparativa: función que permite analizar que se evalúa
¨comparando¨, estableciendo relación con ciertos criterios.
◊ Función de selección: selecciona contenidos a reforzar, medios de
enseñanza para apoyar el aprendizaje, alumnos para integrar equipos, trabajos
para ser exhibidos, estudiantes para que hagan una exposición de sus
conocimientos, o para que intervengan en una dramatización.
◊ Función de jerarquización: la evaluación tiene la función de ir
jerarquizando, es decir, de establecer diferencias. La jerarquización más
evidente de la evaluación es la de marcar quiénes ¨aprueban¨: cumplen las
exigencias suficientes y necesarias como para dar satisfacción a las
finalidades planteadas por todos, y quiénes ¨desaprueban¨ porque no las
satisfacen.
◊ Función de comunicación: es una función fundamental de la evaluación puesto
que se comunica con los demás sujetos del proceso, expresando los resultados
del aprendizaje, las causas e intercambiando la interpretación que le da cada
quien.
◊ Función de orientación: interpretados los resultados, evaluado lo
logrado y aún insuficiente, se toman decisiones para retroalimentar el proceso.
¿Qué hacer?, ¿Qué mantener?, ¿Qué cambiar?, ¿Qué dirección tomar?, ¿Qué actitud
tiene que asumir el individuo y el grupo?.
Las funciones de la evaluación adquieren sentido cuando se instruye y se
educa, mientras se enseña y se aprende. El siguiente diagrama muestra las
funciones de la evaluación antes citadas.
Imagen 9. Diagrama “Funciones de la Evaluación Curricular”
Fuente: Grupo de 3er. Cuatrimestre, Maestría en Educación, 2013.
La evaluación permite la reorientación y mejoramiento de la ejecución del curriculo, así mismo propicia realizar un análisis de este mismo.
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